Ninguno de los dos procedimientos es mejor o peor a priori. Le adelantamos que, además, la respuesta definitiva la tienen exclusivamente los titulares, puesto que son ellos los que tienen que barajar las distintas implicaciones que una u otra opción, plantea en su patrimonio y en sus relaciones familiares.
Así, una opción como la donación, bajo determinadas condiciones, puede ser muy interesante desde la perspectiva fiscal, puesto que pudieran ser aplicables las reducciones previstas para la empresa familiar y negocios profesionales, (exención de tributación en I.R.P.F. para el transmitente, y una reducción casi total en el Impuesto sobre donaciones para el descendiente), pero esa misma opción puede perjudicar, por ejemplo, a otros descendientes, si se ocasiona algún desequilibrio entre los hermanos o al propio transmitente, que dejará de contar con los ingresos que, hasta ese momento, venía teniendo como propietario de la farmacia.
Incluso desde una perspectiva exclusivamente fiscal, hay opiniones para todos los gustos. Así la donación, como decimos, puede ofrecer – dependiendo de si se cumplen o no las condiciones exigidas por la normativa-, grandes ventajas en la tributación por las ganancias patrimoniales y en sucesiones, pero esta opción puede condicionar la tributación en el apartado de actividades económicas, en el I.R.P.F. del adquirente, al afectar a la deducción de la amortización del fondo de comercio. Esto último ha ocasionado que numerosas familias, a pesar de las ventajas comentadas, opten por la compraventa.
En nuestra opinión, el primer paso recomendable es proceder a elaborar una valoración profesional de la oficina de farmacia: hemos de saber qué valor patrimonial tiene la oficina de farmacia que pretendemos transmitir. Y esto es importante, primero por la familia, ya que es interesante descartar suspicacias sobre el porqué del valor que se ha dado a la oficina de farmacia y, cómo no, por Hacienda.
Posteriormente, con el valor ya decidido, es importante contar con una aproximación a las consecuencias fiscales de una y otra opción y, con esta información, ya se puede ir configurando una idea de lo que le conviene a cada familia.
Naturalmente, antes de ejecutar cualquier decisión, sobre todo si hay más descendientes, será también recomendable comentar sus plantes con un letrado de su confianza.
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