Resumen del año 2017 por Luis de Palacio
2017 ha sido un año reseñable para FEFE y para la farmacia española
Se ha cumplido un mandato intenso de cuatro años de la Comisión Permanente en la que participé como Secretario General, bajo la presidencia primero de Fernando Redondo y después de José Luis Rodriguez Dacal.
En este año, FEFE fue un actor decisivo para firmar un XXV convenio colectivo a tres años, que debido a la judicialización de los sindicatos, tendrá que esperar para su publicación en el BOE.
Gijón acogió el XIV Congreso bianual de FEFE en mayo, bajo el título “Farmacia eficiente y viable, garantía de salud”, y la Federación ha participado con entusiasmo en las 1ªs Jornadas Farmacéuticas Canarias en Las Palmas, en el mes de octubre. Ambas citas fueron de gran provecho para retomar la ilusión y el impulso de la farmacia especialmente en materia de gestión para sus asistentes.
En nuestro sector de farmacias, la facturación anual con cargo al SNS ha concluido el año con crecimientos inferiores al PIB, y con un estancamiento de los genéricos en la cuota de mercado total. La Orden Ministerial de Precios de Referencia de este año se ha retrasado hasta finales del mismo, y como viene siendo habitual, su impacto se estima bastante limitado por haber agotado casi todo el recorrido de esta práctica en el vademécum disponible. Por lo demás, se puede decir que existe una lenta recuperación del sector que supone un desfase con el resto de los sectores que sí que gozan de más optimismo.
De hecho, hay que recordar que en estos complicados años de crisis, la farmacia ambulatoria que representa el 15% del gasto sanitario de las Comunidades Autónomas ha generado desde el año 2009 el 43% del ahorro total del Sistema Nacional de Salud. Es decir que por cada euro en los recortes de pagas extras y no reposición de plazas en sanidad que generaron mareas de protestas de colores, a la farmacia se le recortaron 4,27 euros y se le dejó de pagar facturas durante meses. Pero ni un solo paciente dejó de recibir su medicación por estos motivos. Ahora se anuncian grandes OPEs sanitarias y otras medidas expansivas, como el gran incremento del Salario Mínimo Interprofesional, pero siguen sin acordarse nuestros dirigentes de levantarnos los efectos derivados de los RD 5/2000 y 8/2010 urgentísimos y provisionales, que lastran a la farmacia todavía.
A lo largo del año se han ido abriendo revisiones en diversas leyes autonómicas de ordenación farmacéutica, como son las de Canarias, Galicia, Castilla la Mancha o Madrid. En todas estamos atendiendo a un ejemplar trabajo conjunto entre los colegios profesionales y la FEFE en cada territorio, para lograr aunar la voz y defender nuestro modelo. Para FEFE, uno de los objetivos es revisar y reforzar la exclusividad del uso de la cruz verde de las farmacias y que ningún otro establecimiento que no sea farmacia pueda hacer uso de la cruz verde, así como de la palabra FARMACIA, prefijos o sufijos mediante las modificaciones legales oportunas.
En el mes de agosto hemos asistido a la liberalización de la propiedad de las farmacias en Italia, por lo que la evolución de esos acontecimientos tiene que servirnos para aprender y poner los medios frente a esta amenaza constante.
A la vuelta de verano, en septiembre, hubo elecciones a la Presidencia de FEFE, resultando electa mi candidatura que abarca un equipo totalmente nuevo, con ilusión y preparación, y con la mayor representatividad posible en el seno de la organización. De entre los puntos más importantes del nuestro programa, hemos querido retomar el proyecto de unidad en el movimiento empresarial de farmacias. Una empresarial fuerte y unida es necesaria para la defensa de la farmacia.
FEFE ha sido parte firmante en CEOE del Pacto en defensa de la Sanidad Privada junto con las principales empresariales del sector. Para poner el mismo en valor frente a las ideologías contrarias a nuestra actividad, que quieren una sanidad pública administrada por agentes públicos, o excepcionalmente concertada, pero siempre que sea sin ánimo de lucro. Pura discriminación ideológica contraria a la libertad de empresa. Una aplicación de esta filosofía en la farmacia está siendo la intención de regular la prestación farmacéutica a residentes en centros de mayores, exclusivamente desde los centros de compras de medicamentos de las farmacias hospitalarias, dejando para la farmacia la prestación de aquellos fármacos que por sus características (baja rotación, bajo precio, prestación más marginal) a nadie interesa gestionar.
Esperemos que el futuro inmediato nos guarde mayores alegrías a los farmacéuticos, que llevamos muchos años esperando poder hacer más cosas en la Farmacia para los pacientes y mejorar la viabilidad de nuestras farmacias.
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